Capítulo 38. "¿Te arrepientes?".

-narras tú-

-Me gustó el beso.- dijo aún en un susurro, pero esta vez no lo pude evitar, me quedé congelada.

-Pero entonces...

-Te quiero.- pronunció esas palabras. Si antes estaba congelada, ahora estaba petrificada.

¿Qué **** hago ahora? Es decir, le quiero, pero esto es un riesgo... ¿Estoy dispuesta a correr el riesgo? Lo obvio sería que sí, después de todo es hora de correr varios riesgos en mi vida, como el que corrí con Zayn. 

-Me.. ¿me quieres?.- tartamudeé.

-Sí, te quiero _____, y necesito que me creas.- dijo mirándome a los ojos y perdí prácticamente el aliento. Él era todo perfección: su cabello rubio inclinado para arriba, sus ojos azules profundos, sus mofletes ligeramente sonrojados por naturalidad, sus labios... Oh dios, sus labios eran tan besables...

-Te creo.- dije convencida. Niall es un riego que quiero correr, que necesito correr.
-¿Me quieres tú a mí?.- sus ojos azules como el mar estaban mirándome espectantes.

No pude contestar porque la canción se acabó y antes de que pudiera hablar, alguien se me adelantó.

-¡Cambio de pareja!.- Vaya, qué oportuno el DJ.

Así no resolvía mis dudas para nada, ¿es esto una señal de que no debo estar con Niall? ¿demasiados riesgos? Demasiadas preguntas y pocas respuestas que se están formulando en mi interior me matan.

-Te espero en el jardín cuando cambie la canción.- dije y cambiamos las parejas ya que ya tenía un chico detrás mía y otra chica estaba detrás de Niall.

Él asintió y pude ver la duda, e incluso el arrepentimiento en sus ojos. ¿Se arrepiente de haberme dicho todo esto? ¿Se arrepiente de haber decidido tomar este riesgo por mí? A veces deseo ser una maga con alguna especie de superpoder para saber qué piensan los demás, pero por desgracia para mí esas cosas no son reales.

El chico que tenía detrás me sonrió y le devolví el gesto. Me agarró de la cintura y nos pusimos a bailar. Se movía muy bien, tengo que reconocerlo. Era guapo, sus ojos eran de un ligero color verde y su pelo era rubio, era una rara combinación, pero a él le quedaba realmente bien.

-¿Cómo te llamas?.- le pregunté mientras bailábamos.
-Es un secreto.- susurró.
-Un chico misterioso, eh.- dije y sonrió.
-Algo así. ¿Puedo saber yo el tuyo?.- me dijo.
-Es otro secreto.- susurré de su misma manera y ambos nos miramos a los ojos.

Al cabo de un rato se acabó la canción, y me deshice de él para llegar hasta el jardín de la casa de Zayn.  Al final no conseguí saber su nombre, pero me agradaba de cierta manera. Me gustan los chicos misteriosos, pero mi corazón pertenece a alguien rubio de ojos azules y matadora sonrisa.

Salí al jardín y lo ví sentado en la especie de banco balanceante que el anfitrión tenía allí. Estaba balanceándose con la mirada pegada en el suelo. Las pequeñas farolas que había en los lados le iluminaban, y la cantidad de luz de las abundantes estrellas esta noche se reflejaba en su mirada. Hoy había luna llena, lo que hacía ver todo tan irreal... Me senté a su lado y mi mirada recorrió todo su rostro, él era definitivamente perfecto para mí. Ninguno hablaba hasta que decidí yo hacerlo.

-¿Te arrepientes?.- pregunté.
-Eso depende de tu respuesta.- contestó.
-Mi respuesta depende de la tuya.- dije. Soy buena desafiando, y necesito saber si se arrepiente.

Suspiró y miró al cielo. Era digno de una fotografía. Después bajó la mirada al suelo y volvió a suspirar.

-Nunca me arrepentiría por quererte. No lo puedo controlar.- dijo y me miró.

Perdí mis sentidos, los perdí. Mi cabeza no se conectó con mi cerebro y me acerqué a él para besarlo. Aceptó mi beso. Si todas las chicas supieran cómo es él... No lo odiarían, no podrían. Me encanta su sabor, tan él, la manera en la que sus labios se tornan rosados de vez en cuando según el día, cada mirada que recibo por su parte... Nadie podría odiarlo si lo conocieran todo lo que yo lo conozco a él. Me desvío del tema cada vez que pienso en él. Nos separamos por la falta de aire, pero él se me adelantó a la hora de hablar.

-¿Qué significa esto?.- preguntó con una sonrisa, lógicamente él había entendido mis sentimientos al igual que yo entendí los suyos, sólo quería hacerme pasar un mal trago como el que yo le acababa de hacer pasar.
-Em... -vacilé, nunca le había dicho esto a un chico, a demás de que Diego es el único chico con el que realmente he querido estar.- Niall, no me hagas pasar por esto.- dije angustiada y rió.
-Me divierte.- sonrió.- anda, dímelo, lo necesito oír de tu boca.- dijo ahora con un semblante serio.
-Que te quiero.- dije en un susurro.
-¿Qué?.- dijo Niall exageradamente y puso la mano en su oreja para que repitiera.
-¡Ya Niall!.- ambos reímos y le pegué un pequeño codazo.- te quiero.- dije seria y un poco más alto cuando las risas habían cesado.
-Gracias.- dijo y me confundí.
-¿Porqué?.
-Por hacerme el hombre más feliz del mundo.
-A ti por decirlo, pero tengo preguntas a las cuales sólo tu sabes las respuestas.- dije seria y el asintió.
-Pregúntame lo que necesites. Puedes confiar en mí.
-¿Porqué tardaste tanto en decidirte para decírmelo todo?.- inmediatamente su cuerpo se tensó.
-Supongo que porque las chicas suelen venir detrás mía y no estoy acostumbrado a necesitar a alguien a mi lado.- respondió con sinceridad.
-¿Me necesitas?
-Sí, eres diferente y supongo que eso me atrae.
-¿Cómo hubieras reaccionado si nuestro amor no fuese correspondido?.- mis preguntas eran comprometedoras, no lo voy a negar, pero necesito tener seguridad.
-Probablemente me habría emborrachado y con el tiempo habría intentado olvidarte. Seguramente habría utilizado una chica con la que desahogarme.
-Estás siendo muy sincero, valoro eso.- le dije.
-No quiero mentirte.
-¿Lucharás por mí?
-Nunca podría quedarme con la duda de "¿Qué habría pasado si hubiera luchado por ella?" no lo soportaría.
-Si es así, ¿porqué no luchaste por mí la última vez?.- cuestioné.

Su cuerpo se volvió a tensar, pero esta vez no dijo nada. Se limitó a mirar al frente y se quedó en silencio. Debí haberlo supuesto.