sábado, 12 de octubre de 2013

Capítulo 2. "Get out of my head"



Estaba lista. Tendría que aceptarlo. En 30 minutos sale mi avión a una nueva vida. Una vida en la que puedo ser quien quiera y no sufrir más por el pasado. 

Yo iba vestida así:


Y Grace así:



Anunciaron nuestros vuelos por megafonía. No me lo podía creer, nunca fui consciente de lo que estaba haciendo. Ya no hay vuelta atrás. Mi rostro está empapado de lágrimas. Llegó la hora de la despedida.

Noah: Adiós hermanita, te echaré de menos.- me abrazó como nunca lo había hecho. Al igual que yo. Nunca fuimos las típicas hermanas que se llevan bien, todo lo contrario, estábamos todo el día picándonos.
Tu: Adiós Noah.
Dani: Te echaré de menos. Cuando vuelvas por vacaciones jugamos al FIFA, aunque seas pésima.- esbocé una pequeña risita. Este hermano siempre sabía como alegrarme.
Tu: Chao Dani.
Tp: Aprende mucho inglés.- sí, sí, tu hija se marcha del país y tú te preocupas del inglés.- y cuídate.- eso está mucho mejor.
Tu: Te quiero papá.- nunca decía lo que sentía, me costaba bastante, pero esta situación lo requería.
Tm: Cuídate mucho y ten cuidado.- mi madre estaba llorando abrazada a mí,, lo estaba pasando peor que yo, cosa que es realmente difícil.
Tu: Te quiero mamá. Os quiero a todos.- y nos dimos un abrazo en grupo.

Grace ya había terminado de despedirse de su familia cuando yo terminé. Nos despedimos con la mano y fuimos hacia el avión, cuando llegué a mi sitio, ví algo que no me gustó nada, ¿Qué hacía él aquí?

-fin de tu narración-

-narra Grace-

Mientras que _____ (tu nombre) se despedía de su familia, recibí un mensaje:

Ya estoy en los asientos, te espero aquí.
Tengo ganas de volver a ver a _____ (tu nombre).- pues ella a tí no, pensé.-
Los asientos son el 13, 14 y 15.
Estoy sentado en el 15.
Diego xx.”

Salimos y nos despedimos de todos con la mano. _____ (tu nombre) estaba muy nerviosa, casi más que yo. Cuando llegamos a los asientos, le ví, sé que _____ (tu nombre) también, pero no quiso decir nada, así que me acerqué y le saludé.

Grace: Hola Diego, cuanto tiempo.
Diego: Sí, hola _____ (tu nombre).- Diego le intentó dar dos besos en la mejilla, pero _____ (tu nombre) lo rechazó de mala gana.

-fin de su narración-

-narras tú-

¿Qué hacía él aquí? Me dejé bien claro que no quería volver a verle ni dirigirle la palabra hace tiempo. Exactamente hace 2 años. ¿Porqué ahora tiene que volver a mi vida? ¿Ahora que lo tenía todo superado?

Grace: Hola Diego, cuanto tiempo.- ¿Y lo saluda así, tan normal?
Diego: Sí, hola _____ (tu nombre).- Hizo amago de darme dos besos, pero lo ignoré.

Me llevó dos años olvidarle. Llevábamos toda la vida juntos, como amigos, claro. Pero no tardé en enamorarme de él. Ahora me arrepiento de no habérselo dicho. Ahora que está superado. Hace dos años, al igual que Grace, se cambió de instituto. Pero cuando intentaba hablarle para ver que tal estaba, no me contestaba, pasaba de mi cara, me sentía realmente mal. Me hizo daño, y ahora que está todo superado, no puede volver. Que se vaya de mi vida, que se vaya de mi cabeza, ¡ya!. NO puedo volver a enamorarme de él, no voy a caer en sus redes otra vez, ahora soy mucho más fuerte que antes.

Tu: Hola Diego.- me senté en el asiento 13. Cero ganas de estar al lado suya. Tengo que ignorarlo, si no, explotaré.
Grace: _____ (tu nombre) siento no habértelo dicho antes.- susurró.- él también viene a Londres, vivirá en el mismo piso que nosotras.
Tu: ¿QUÉ?.- no, no puede ser, no por favor, lo suplico...- Gracias Grace.- he de reconocer que en parte la entiendo.- entiendo que no hayas querido contármelo, sabes que si no, no iría a Londres, ya no hay vuelta atrás. Le he olvidado, no voy a caer otra vez. Soy fuerte.
Grace: _____ (tu nombre), sabes que no.
Tu: ¿Déjame, sí?
Grace: Vale.- y tenía razón, me hacía la dura pero no lo era.

Me pasé todo el vuelo mirando por la ventanilla, sin hacer caso ni a Diego ni a Grace, ni a su conversación. Cuando me levanté para ir al baño, volví y ví unos preciosos ojos azules observándome desde la fila de atrás. Me pareció ver a Niall Horan mirándome. Espera, espera. ¿A mí?, ¿Niall James Horan? Serán imaginaciones de tanto soñar con él. Tengo una gran debilidad por ese chico. Así que seguí andando. Y me topé con los ojazos marrones de los que me enamoré 2 años atrás, observándome como esperando a que le dirigiese algún tipo de ruido e incluso palabra. Hice caso omiso y me senté en mi sitio para seguir escuchando música. Todavía quedaban 45 minutos de viaje.

-fin de tu narración-

-narra Niall-

Volvía de España de visitar a unos amigos. Es raro que nadie me haya reconocido, aunque la verdad es que he llevado mucho cuidado y voy completamente cubierto. Cuando quedaban 45 minutos o así de viaje, vi que una chica se levantaba para ir al baño. Tendría que pasar por mi lado. Por favor que no me reconozca...

Cuando la ví de frente, un escalofrío me recorrió por toda la columna vertebral. Será por el aire acondicionado, sí, por eso. Era bastante guapa, hermosa diría yo. Su pelo era castaño muy claro, pero no era rubio. Definitivamente me encanta ese color de pelo. Tenía los ojos verdes, eran preciosos he de decir, como los de Harry, quizás un poco más oscuros y con una fina capa marrón alrededor de la pupila. No estaba ni muy delgada ni muy gorda, perfecta para mi gusto. ¿Qué digo? Perfecta para mí. Para Niall, para, no te puedes enamorar en 5 segundos. Lo cierto es que nunca me enamoré.

-fin de su narración-

-narras tu-

(…)

Por fin estamos llegando, se me ha hecho una eternidad, entre Diego y mi alucinación de haber visto a Niall Horan... Es suficiente.

Xxx: Por favor, abróchense los cinturones, vamos a aterrizar.- dijeron desde el micrófono del avión.

Estaba muy nerviosa, no conseguía encajar el cinturón, mierda.

Grace: _____, ¿te puedes tranquilizar?
Tu: No, no puedo, el cinturón no va.
Diego: Déjame que te ayude.
Tu: No necesito tu ayuda.
Diego: ¿Porqué te comportas así conmigo? Tú nunca has sido así.
Tu: Recapacita pedazo de idiota.
Diego: Eres una cabezota.- se levantó y me puso el cinturón. Estábamos a pocos centímetros. Demasiados para mi gusto. No puede pasar otra vez, no me puede besar. Ya pasé por ello. Sí, mi primer beso fue con Diego.
Tu: Ya te puedes sentar.
Diego: Oh.. Sí, ya voy.- por primera vez lo vi con cara de ¿confundido?. No, no puede ser.

Cuando aterrizamos, fuimos directos a coger las maletas. Habían un montón de chicas chillando y esperando a alguien, parecían directioners porque llevaban camisetas de One Direction y pancartas, supongo que vendrían en su avión privado. Había oído que Niall se fue a España unos días, pero no conseguí verle. Hay sueños que nunca se cumplen.

Cogimos las maletas y nos fuimos al taxi, íbamos hacia nuestra nueva casa.
Estaba en una urbanización privada, mejor, las cosas tranquilas.
Era enorme, aunque no me imaginaba menos, Al fin y al cabo, vamos a vivir 3 personas: Grace, Diego y yo.

Nuestros padres se conocen los 3, de hecho, el padre de Diego y el mío son muy buenos amigos. Quizás de ahí que me deje vivir en una casa con un chico y mi mejor amiga.

La cocina era gigante, y el salón ya ni te cuento, pero lo que realmente queríamos ver eran las habitaciones. Habían 6 puertas arriba, mi padre me dijo que mi habitación era la 2ª de la izquierda. A la izquierda de mi habitación tenía un baño para mí sola, y a la derecha estaba la habitación de Diego, con su baño a la derecha, vaya, una suerte tremenda. Que se note el sarcasmo, le odio por todo lo que me ha hecho. Al fondo estaba la habitación de Grace, y su baño estaba a la izquierda.

Mi habitación:



Habitación de Diego:


Habitación de Grace:




Mi habitación era espectacular, habían dado de lleno con mi estilo. El sillón del Yin y el Yang era lo que más me caracterizaba.

Colocamos cada uno en su armario la ropa y nos pusimos los pijamas.
Cuando bajé estaba Diego sin camiseta.

Tu: ¿Es que piensas ir así por la casa?
Diego: Sí, muñeca.
Tu: Ah, y no me llames muñeca.
Diego: Como quieras, muñeca.

Definitivamente sabía cómo picarme. ¿Se cree que es como hace 2 años? Pues la lleva clara.

Cenamos unas hamburguesas que preparó Grace y nos fuimos a la cama. Al final, nada es tan malo como pensé.


No hay comentarios:

Publicar un comentario